porque no existes,
para eso las palabras
para eso el violín
que te pinto entre los brazos
para amarte
para eso mis versos
y mis huesos que crecen
englutiendo calabazas
porque aún no existes,
para eso mis palabras
cuando vine aquí
yo no sabía lo que tenía que hacer
pero sí sabía que tenía
que darte una vida
hombre o pájaro,
sueño o ninfa,
alguna vida
yo no sé si podré,
pero alguna vez fui niña
e hice crecer un cóndor
en mi almohada de plumas
m.p.